Se realiza retensado de LCA, optando por la conservación del LCA del paciente en vez de sustituirlo por uno nuevo. Esta técnica, que no es válida para todas las roturas del LCA, ofrece muchas ventajas frente a las técnicas clásicas.
En el primer vídeo se realiza una sutura y retensado de una rotura de LCA. Esta técnica se está realizando en casos de roturas tipo I y II (en vez del recambio completo del LCA). Tiene muchas ventajas, ya que el paciente conserva su propio ligamento, es una técnica más sencilla y menos agresiva, con lo que la recuperación es más precoz y menos dolorosa.
En el segundo vídeo tenemos a un paciente con rotura de los dos meniscos y del ligamento cruzado de la rodilla. Se realiza sutura del menisco interno y meniscectomia parcial del externo. Además se sutura el ligamento retrasándolo, evitando así la necesidad de cambiarlo por uno nuevo (ya sea del mismo paciente o de banco de tejidos). Se consigue de esta manera una recuperación mucho más precoz y un postoperatorio menos doloroso.